Los mercadillos, comercio popular y de tradición mediterránea en peligro de desaparecer.

Aqui us deixem un article de reflexió del nostre company Rebo sobre la difícil situació que estan passant els treballadors dels mercats.

Les grans superfícies volen apoderar-se de l'espai econòmic que els marxants ocupen per monopolitzar i eliminar la competència que aquestos els hi fa.

Ànim companys, no esteu sols!


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"Parece absurdo pensar que los populares mercadillos ubicados en las poblaciones de casi todo el territorio nacional puedan desaparecer, pero es así, en todo caso de no desaparecer si cambiara en lo de popular y en lo de servicio social se refiere si es que logra mantenerse. El Parlamento europeo aprobó en noviembre de 2006 una Directiva llamada Bolkestein, (Directiva de Servicios de Mercado Interior) que pretende regular e imponer una serie de normas que rompe con años de funcionalidad y buena proyección del sector. La cosa es tan grave que desde Europa se amenaza a todos los Ayuntamientos que de no cumplir con la ley se tendrán que enfrentar a severas multas. Pero a que viene ahora esta ley, la cosa tiene que ver con intereses varios, en primer lugar esta ley fue propuesta en el Parlamento europeo a través del grupo parlamentario de la derecha reaccionaria Partido Popular a través de un diputado que fue directivo de una importante cadena de distribución, es decir una cadena de grandes superficies, por aquí podemos empezar a entender las cosas. Con la falsedad de regular e imponer la liberalización y la maldita libertad de oportunidades lo que realmente quieren es entrar en una dinámica de persecución y control de todo aquello que para ellos pueda tener algo de interés por una parte y por otra eliminar cualquier competencia a las grandes superficies por pequeña que sea, además de liberarse de un modelo de comercio que obliga a que los precios no sean un monopolio de pocos, es decir, el mercadillo sigue jugando un papel importante que mantiene a la baja muchos productos de necesidad básica, y eso no interesa.

La Directiva de Servicios de Mercado Interior (DSMI), jugará irremediablemente un papel nefasto para el conjunto de todos los vendedores que tienen la esperanza de seguir en este trabajo tal y como lo han hecho familias durante generaciones, entre muchos, uno de los artículos de la ley,prohíbe explícitamente que un padre o familiar directo cuando se retire pueda ceder su puesto a su hijo, o hacerle un traspaso de titularidad.

Solo para dar cuatro notas de lo que impone dicha Directiva:

Hasta ahora un vendedor no sedentario, es decir una persona que era titular de un puesto de venta, tenía que renovar cada año la licencia, presentando todos los papeles de estar al corriente con la Seguridad Social, con Hacienda, con el Ayuntamiento correspondiente, con todo tipo de tasas, pero la renovación era automática, estaba confiado de que su puesto de venta para el año siguiente y por tiempo indefinido estaba asegurado, por lo tanto estaba relativamente tranquilo a solo intentar ser competitivo y que el negocio funcionase lo suficientemente bien como para seguir adelante que no es poco. Con la Directiva europea cambia todo, 
pues dice que se tendrá que fijar un tiempo de duración de  la concesión o licencia, además dichas concesiones se otorgarán a través de concurso es decir se acaba con la seguridad, con la única salvedad que si has hecho una inversión en el negocio, es decir has comprado un remolque o una furgoneta o similar se te permitirá amortizar la inversión necesaria para el ejercicio de la actividad con ocho años de máximo, al final del plazo no se podrá prorrogar, así como no se tendrá en cuenta la experiencia como criterio para nuevas adjudicaciones, en consecuencia los vendedores no tendrán ningún derecho adquirido a continuar con espacios de venta los cuales llevan en muchos casos años y años ejerciendo esta profesión.

En resumen, habrás hecho una inversión para el negocio, habrás invertido en género dé cualquier tipo, quizás habrás pedido un préstamo al banco y finalizado el tiempo de la concesión o sea de la autorización de venta, irás a la calle sin posibilidad de poder renovar la licencia y si no ha ido bien la cosa tendrás una furgoneta nueva, mucho género y ninguna posibilidad de seguir pagando facturas.

La Directiva obliga a que el procedimiento de la concesión de la licencia ha de garantizar los principios de publicidad, objetividad, imparcialidad, transparencia y sobre todo concurrencia competitiva, recomendaciones que se podrían aplicar solo a los puestos vacantes que por varios motivos (cese 
del negocio, cambio, jubilación etc.) se dan habitualmente en todos los mercadillos y todas las poblaciones, dejando intactos a los actuales y los ya concedidos, pero es incompresible que también se requiera a vendedores que llevan muchos años con un mismo lugar de venta y su única profesión ha sido esa, podemos entender que es imposible que cuando los echen puedan encontrar otra oportunidad laboral sin ningún tipo de experiencia. Es inadmisible que ese puesto de venta sea adjudicado a otra persona o grupo empresarial con más recursos y abandonar a su suerte a familias enteras con larga tradición en el sector.
 
Para acabar, de momento en Cataluña la Generalitat a través de la presión de la organizaciones de vendedores, del reconocimiento por parte de los Ayuntamientos de no estar preparados para aplicar la ley y otras cuestiones se aprobó una moratoria de cuatro años en dicha aplicación, moratoria que ha tranquilizado momentáneamente al colectivo, pero que esto huele mal hace rato que se nota, los vendedores supongo que no habrán dicho aún su última palabra y por lo que se ve en algunos colectivos las movilizaciones ya han empezado. Lo que esta claro es que los vendedores no pueden tener la inseguridad de que un año puedan ejercer en un puesto de venta y al otro no, imaginemos que un trabajador viviera así, un año de trabajo y al siguiente no.

Cuatro años pasan rápido y los vendedores deberán organizarse de forma combativa si quieren luchar por sus puestos de trabajo.


Sed Rebo"