Para esto sirve el atraco: la cúpula de Iberdrola se lleva un bonus de 55 millones en el año del 'tarifazo'

¿Pero no se había quedado que el aumento del 50% en dos años de las tarifas eléctricas era para que las pobrecitas eléctricas no pusieran de su bolsillo el coste real de la energía?

Los principales directivos del Grupo Iberdrola están de enhorabuena. En breve, recibirán un  bonus de unos 55 millones de euros en acciones por haber cumplido parte de los objetivos incluidos en el denominado Bono Estratégico 2008/2010.  Recompensa que  coincide en el tiempo con el  tarifazo de este año,  la mayor subida de la luz desde 1997.

Dicho plan de fidelización se aprobó en la junta general de accionistas de 2008 y contemplaba el reparto de hasta 9,05 millones de acciones de la compañía eléctrica, el 0,22% del capital, a 350 empleados. Para conseguirlas, el equipo ejecutivo debía alcanzar tres objetivos. El primero era obtener un resultado después de impuestos en 2010 de 3.700 millones de euros. El segundo, que la empresa mantuviera su calificación financiera. Y el tercero, que su cotización estuviera entre las tres mejores de un ranking de diez.

Aunque todavía no se conoce el beneficio neto del pasado ejercicio, parece evidente que Iberdrola no alcanzará esos 3.700 millones. Hasta septiembre de 2010, las ganancias fueron de 2.096 millones, con una mejora del 2%. Si se siguiera esa proporción en el conjunto del año, el beneficio final de 2010 rondaría los 2.900 millones. Una cifra que se queda incluso por debajo de los 3.300 millones, mínimo a partir del cual Iberdrola penaliza a sus directivos en la entrega de acciones.

Sin embargo, ese aspecto negativo se ha visto compensado por los otros dos retos del plan. Por una parte, la eléctrica ha conseguido mantener su rating durante estos tres años pese a las presiones de agencias como Moody´s y Standard & Poor´s por el elevado déficit de tarifa. De hecho, Iberdrola se vio obligada a ampliar capital en 1.300 millones de euros, un 5% del capital, para reforzar sus recursos propios. Esa inyección de dinero le sirvió para evitar una rebaja de la calificación crediticia, lo que le hubiera costado mucho dinero a un grupo que suele recurrir con frecuencia al mercado para emitir deuda.

Por otra parte, Iberdrola se ha comportado en bolsa mejor que sus principales competidores pese a que entre 2008 y 2010 cayó un 44%. Ese desplome fue inferior al que registraron en el mismo periodo la italiana Enel, la francesa Electricité de France (EDF), las alemanas E.ON y RWE y Endesa. Tan solo lo hizo un poco mejor Electricidade de Portugal (EDP). Iberdrola mantuvo también el dividendo, aunque desde 2009, para ahorrar capital y evitar salida de caja, decidió pagarlo de forma parcial con acciones.

¿Qué pagan en otras empresas?
El análisis de esos tres componentes da como resultado un cumplimiento de entre el 70 y el 75% de los objetivos. Por tanto, los principales directivos de la primera eléctrica española recibirán unos 6,75 millones de títulos, que a precios de mercado tienen un valor de unos 43,5 millones de euros. El más beneficiado será Ignacio Sánchez Galán, presidente del grupo, que recibirá cerca de 1,25 millones de acciones, valoradas en unos 7 millones de euros. El premio lo recibirán durante los tres próximos años a partes iguales, si bien el consejo de administración puede decidir abonarlo de manera inmediata.

A este Bono Estratégico hay que añadir lo que percibirán los principales directivos de Iberdrola Renovables, la filial de energías verdes del grupo participado por ACS, BBK y Bancaja. Unos 500 empleados de esta sociedad se jugaban unos 20 millones de euros si alcanzaban determinadas metas. Fuentes conocedoras de la situación indican que esos objetivos solo se han alcanzado en un 50% y que por tanto recibirán algo más de 11 millones de euros en acciones. Entre la matriz y la filial, unos 55 millones de euros.

La cifra es elevada, más si se tiene en cuenta que los beneficios de todas las eléctricas van ligadas al aumento del precio de la luz, que desde el 1 de enero es un 10% más cara para todos los españoles. Pero es muy inferior a la que se reparten en otras compañías cotizadas. Por ejemplo, en BBVA podían haber recibido hasta 250 millones de euros en acciones, que finalmente han perdido por incumplir sus objetivos. En Banco Santander, el bono especial del trienio superaba los 500 millones. Un importe similar al que ACS reparte entre sus 39 ejecutivos de mayor rango. Es decir, cerca de diez superior al que van a percibir los empleados de Iberdrola.