¿Cuál es la naturaleza del conflicto que asuela Siria desde hace meses? Con este artículo me
gustaría invitar a todos los que defienden la causa de la paz y la democracia en las relaciones
internacionales a hacerse algunas preguntas elementales; por mi parte, trataré de responder
dando la voz a órganos de prensa y periodistas nada sospechosos de complicidad con los
dirigentes de Damasco.
1. En primer lugar cabe preguntarse cuál era la situación de este país de Oriente Próximo
antes de la llegada al poder, en 1970, de los Assad (padre e hijo) y del régimen actual. Pues
bien, antes de aquella fecha, «la república siria era un Estado débil e inestable, un palenque
para las rivalidades regionales e internacionales»; los acontecimientos de los últimos meses
significan la vuelta a la «situación anterior a 1970». Quien se expresa en estos términos es
Itamar Rabinovich, ex embajador de Israel en Washington, en el International Herald Tribune
del 19-20 de noviembre . Podemos extraer una primera conclusión: la rebelión apoyada
en primer lugar por EE. UU. y la Unión Europea podría retrotraer a Siria a una situación
semicolonial.
2. ¿Las condenas y sanciones de Occidente y su aspiración a un cambio de régimen en Siria
están inspiradas en la indignación por la «represión brutal» de manifestaciones pacíficas, una
represión ejercida por el poder? En realidad, ya en 2005, «George W. Bush quería derrocar a
Bashar al-Assad, el primer ministro de entonces». Siguen siendo palabras del ex embajador
israelí en Washington, quien añade que ahora el gobierno de Tel Aviv se ha sumado a esta
política de «cambio de régimen» en Siria: hay que acabar de una vez con un grupo dirigente
que desde Damasco apoya a «Hizbulá en Líbano y a Hamás en Gaza» y estrecha vínculos con
Teherán. Sí, «profundamente preocupado por la amenaza iraní, Israel es de la opinión de que
si se quita el ladrillo sirio del muro iraní, la política regional podría entrar en una nueva fase.
Es evidente que tanto Hizbulá como Hamás se mueven ahora con más cautela». De modo que
el blanco de la rebelión y de las maniobras relacionadas con ella no es únicamente Siria, sino
también Palestina, Líbano e Irán: se trata de asestar un golpe decisivo a la causa del pueblo
palestino y consolidar el dominio neocolonial de Israel y Occidente en una región de crucial
importancia geopolítica y geoeconómica.
3. ¿Cómo lograr este objetivo? Lo explica con claridad Guido Olimpio en el Corriere della sera
del 29 de octubre: en Antakya, una región de Turquía colindante con Siria, ya opera el «Ejército
Libre Sirio, una organización que practica la lucha armada contra el régimen de Assad». Es
un ejército que recibe armas e instrucción militar de Turquía. Además (sigue diciendo Guido
Olimpio en el Corriere della sera del 13 de noviembre) Ankara «ha amenazado con crear una
franja tapón de 30 kilómetros en territorio sirio». Vemos que el gobierno de Damasco no sólo
tiene que hacer frente a una rebelión armada, sino a una rebelión armada respaldada por
un país que dispone de un dispositivo militar de primer orden, que es miembro de la OTAN
y amenaza con invadir Siria. Cualesquiera que hubieran sido los errores y las culpas de sus
dirigentes, este pequeño país está sufriendo, de hecho, una agresión militar. Turquía, que lleva
varios años de fuerte crecimiento económico, desde hace algún tiempo mostraba signos de
impaciencia por el dominio de Israel y EE. UU. en Oriente Próximo. Obama responde a esta
impaciencia empujando a los dirigentes de Ankara en una dirección de subimperialismo neo-
otomano, controlado, evidentemente, por Washington.
4. De los análisis y testimonios que acabo de aportar se desprende que Siria se ve obligada
a pelear en condiciones muy difíciles para mantener su independencia, haciendo frente a
un formidable bloqueo económico, político y militar. Además, la OTAN amenaza directa o
indirectamente a los dirigentes de Damasco con reservarles el mismo fin que a Gadafi, el
asesinato y el linchamiento. La infamia de la agresión debería ser evidente para todos los que
estén dispuestos a hacer siquiera un mínimo esfuerzo intelectual. Pero Occidente, valiéndose
de su terrible potencia de fuego mediático y de las nuevas técnicas de manipulación que
brinda el desarrollo de internet, presenta la crisis siria como en ejercicio de una violencia
brutal y gratuita contra manifestantes pacíficos y no violentos. No cabe duda de que Goebbels,
el maléfico y brillante ministro del Tercer Reich, ha creado escuela; es más, debemos
reconocer que sus discípulos de Washington y Bruselas han superado a su nunca olvidado
maestro.
Traducción: Juan Vivanco para Tercera Información
Fuente:http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article31070