Lima, 23 dic (El Pueblo) -- La próxima Navidad peruana
promete estar marcada por cierto aire de suspenso, según crecen las
conjeturas del público ante la posibilidad de que se otorgue, o no, un
indulto presidencial por problemas de salud al ex mandatario Alberto
Fujimori, hoy encarcelado por 25 años, tras ser hallado culpable de
serias violaciones a los derechos humanos.
Lo que si va quedando en claro por el momento es que la decisión no se producirá hasta pasado el feriado navideño, pues para entonces se espera que el actual presidente, Ollanta Humala, haya recibido una solicitud al respecto y haya analizado los pros y contras del tema, estando bien consciente de que un paso en falso en tan delicado terreno puede conllevar serias consecuencias para su futuro político.
Si da el “sí” Humala estaría tendiendo una rama de laurel simbólica a su antigua contendiente electoral Keiko Fujimori, hija de Alberto, y una de las más fervientes defensoras del indulto, además de granjearse, automáticamente, el favor de los curules fujimoristas en el Congreso, donde varios antiguos seguidores de la izquierda le han dado la espalda a Humala, tras acusarle de propiciar un giro a la derecha, con los recientes cambios que ha realizado en su consejo de ministros.
No menos significativa, empero, sería la molestia que causaría a todos los ciudadanos del país que todavía se siguen considerando víctimas, o al menos perjudicados en algún grado, por la campaña que Fujimori desató durante su mandato de facto, con el argumento de neutralizar el terror, y que dejó unos 69 mil muertos y desaparecidos, tras unas dos décadas de choques frontales con la insurgencia izquierdista.
"El Presidente de la República se pronuncia sobre hechos que sean tema procesado", dijo Humala recientemente, al precisar que una comisión del Ministerio de Justicia debe estudiar el caso, por lo que su consideración deberá ocurrir después de los feriados decembrinos.
Al sopesar el caso del ex presidente, Humala estaría haciendo uso de la licencia que permite al primer magistrado de la nación perdonar a un preso en graves condiciones físicas y en peligro de morir. En el caso de Fujimori el indulto por razones humanitarias aún no ha sido sustentado por los informes del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas INEN, que en la actualidad evalúa la posibilidad de que el reo, ahora de 73 años de edad, tenga una recurrencia del cáncer bucal del cual ha sido operado varias veces en prisión, si sigue en cautiverio.
Lo que si va quedando en claro por el momento es que la decisión no se producirá hasta pasado el feriado navideño, pues para entonces se espera que el actual presidente, Ollanta Humala, haya recibido una solicitud al respecto y haya analizado los pros y contras del tema, estando bien consciente de que un paso en falso en tan delicado terreno puede conllevar serias consecuencias para su futuro político.
Si da el “sí” Humala estaría tendiendo una rama de laurel simbólica a su antigua contendiente electoral Keiko Fujimori, hija de Alberto, y una de las más fervientes defensoras del indulto, además de granjearse, automáticamente, el favor de los curules fujimoristas en el Congreso, donde varios antiguos seguidores de la izquierda le han dado la espalda a Humala, tras acusarle de propiciar un giro a la derecha, con los recientes cambios que ha realizado en su consejo de ministros.
No menos significativa, empero, sería la molestia que causaría a todos los ciudadanos del país que todavía se siguen considerando víctimas, o al menos perjudicados en algún grado, por la campaña que Fujimori desató durante su mandato de facto, con el argumento de neutralizar el terror, y que dejó unos 69 mil muertos y desaparecidos, tras unas dos décadas de choques frontales con la insurgencia izquierdista.
"El Presidente de la República se pronuncia sobre hechos que sean tema procesado", dijo Humala recientemente, al precisar que una comisión del Ministerio de Justicia debe estudiar el caso, por lo que su consideración deberá ocurrir después de los feriados decembrinos.
Al sopesar el caso del ex presidente, Humala estaría haciendo uso de la licencia que permite al primer magistrado de la nación perdonar a un preso en graves condiciones físicas y en peligro de morir. En el caso de Fujimori el indulto por razones humanitarias aún no ha sido sustentado por los informes del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas INEN, que en la actualidad evalúa la posibilidad de que el reo, ahora de 73 años de edad, tenga una recurrencia del cáncer bucal del cual ha sido operado varias veces en prisión, si sigue en cautiverio.
Fuente:http://spanish.peopledaily.com.cn/31617/7685978.html
