En la pasada
entrada habíamos dejado recién inaugurado el partido Tudeh, gracias al
derrocamiento del filonazi sha Reza por las tropas aliadas. Veíamos cómo el
partido decidió cambiar la denominación y la simbología comunistas a causa de
los sentimientos religiosos y anti rusos de la mayoría de la población iraní.
Esto les permitió constituir un frente social mucho más amplio y establecer
alianzas con los ayatolás, algunos de los cuales empezaron a descubrir la
utilidad de las enseñanzas de Marx y Lenin sobre el funcionamiento del
capitalismo y del imperialismo, enemigos a los que también ellos pretendían
combatir. Desde este año hasta 1979 marxismo e Islam no solo fueron aliados
sino que se influyeron mutuamente hasta el punto de generar pensadores de la
talla de Ali Shariati, que
creó el concepto de Chiísmo
Rojo, aunando el marxismo anticolonialista de Fanon o del Ché con las
tradiciones ismailitas de lucha social y de martirio. Shariati, entusiasta de
la revolución de Jomeini, tuvo que exiliarse a Londres en 1977, Allí fue
asesinado por el MI6 y hoy, paradójicamente, es utilizado por la propaganda
imperialista para enfrentarlo a Jomeini (algo parecido a lo que se suele hacer
con las figuras de Castro y el Ché.)
Los
esperanzadores comienzos del partido Tudeh.
El 25 de Agosto, tropas británicas y soviéticas en una operación conjunta
invaden Irán, los primeros por el sur, los segundos por el norte. El objetivo
era desbloquear esta vía, controlada por los nazis gracias al apoyo del sha
Reza, para el aprovisionamiento del frente aliado oriental a través del Golfo
Pérsico.
Para el 16 de Septiembre el sha Reza viajaba a un exilio dorado a bordo de un
barco inglés. Ese mismo día los ingleses colocaban en el trono al casi
adolescente heredero del sha, Mohammad Reza. Se trataba de dar a la tiranía del
padre un barniz de monarquía constitucional y, sobre todo, de borrar sus
afecciones nazis. Los soviéticos, por entonces en plenos comienzos de la Operación Barbarroja ,
aceptaron colaborar en esta pantomima con tal de poder recibir los ansiados
suministros aliados. Los ingleses debieron aceptar de muy mala gana ciertas
reformas aperturistas a causa de las presiones soviéticas y estadounidenses .
Estas reformas supusieron la excarcelación de 27 comunistas supervivientes de las
cárceles del sha, que muy pronto se reunieron para retornar a la actividad
política y sindical.
Así pues, el 29 de Septiembre de 1941, quedó fundado el partido Tudeh de Irán
bajó la dirección de Soleiman
Mohsen Eskandari. Para octubre de 1942, el número de miembros había pasado
de los 27 ex-prisioneros fundadores a cuatro mil y en 1944 ya habían aumentado
a 25.000 (de los cuales tres cuartas partes eran obreros fabriles.) El resto
eran intelectuales: la presencia del campesinado era muy escasa. En las elecciones
al Parlamento (Majlis) de ese año, el partido Tudeh obtuvo ocho escaños. Sin
lugar a dudas, la labor sindical, sobre todo en la industria petrolera, fue la
clave de este rápido ascenso.
Para entonces, los angloamericanos no tuvieron inconveniente en echar por
tierra las reformas aperturistas de 1941. El esfuerzo bélico común contra
Alemania había dado paso, ya a finales de 1943, una vez que la derrota del Eje
parecía inminente, a un creciente recelo entre las potencias aliadas
capitalistas y la URSS. En
este estado de preguerra fría, de nuevo el sha persa volvió a ser una marioneta
en manos de las compañías petroleras occidentales.
El
Tío Sam y el Tío Sha.
EEUU impone a Gran Bretaña un reparto del pastel: la explotación petrolífera de
Irán, hasta entonces un monopolio británico, ha de ser compartida con compañías
norteamericanas. Para ello el Majlis aprueba en Septiembre de 1944 nuevas
concesiones a compañías norteamericanas. Es entonces cuando los soviéticos
piden igualmente permiso para establcer explotaciones petrolíferas
iranosoviéticas en las provincias del norte. Como era de esperar, el
Parlamento, que estaba controlado por los angloamericanos y por el sha, esta
vez rechaza la petición, alegando que Irán no iba a conceder más explotaciones
hasta que no terminara la guerra.
El partido Tudeh organizó manifestaciones y diversos actos de protesta por esta
desvergonzada decisión del gobierno, que, como comentó Stalin, se había
convertido en un títere de los angloamericanos y un enemigo de la URSS. Ello les valió la
acusación de ser un partido financiado por los soviéticos. Esta acusación fue
recurrente a lo largo de toda su historia y es difícil demostrar si es cierta o
no. Pero al menos en este caso, el Tudeh tenía motivos más que sobrados para
echarse a la calle.
En primer lugar, la oferta soviética consistía en un reparto de beneficios
entre Irán y la URSS
del 50%/50%. En contraste, la
Anglo Iranian Oil Company no tenía en aquella época ni
siquiera la obligación de someterse a auditoría de sus cuentas por parte del
gobierno iraní. De modo que, por ejemplo, en 1947, mientras la AIOC ingresaba 40 millones de
libras de beneficio neto tras impuestos, el estado iraní recibió tan solo 7
millones. Es decir, a pesar de que la oferta rusa era mucho mejor para el país,
el Parlamento la rechazó.
En segundo lugar, y esto era aun más importante para la militancia del Partido
Tudeh, las condiciones laborales en las explotaciones soviéticas se regían por
los mismos criterios que en la
URSS , lo cual suponía una apabullante mejora con respecto a
las pésimas condiciones laborales que imponía la AIOC. Salarios
miserables, sin vacaciones, sin bajas por enfermedad, sin indemnización por
accidente laboral... Los obreros vivían en barracones sin luz ni agua corriente
en un páramo insalubre. Así eran las condiciones de los trabajadores de la AIOC en aquellos tiempos. Stephen Kinzer las describe muy plásticamente.
Dadas estas premisas ¿es preciso suponer una instigación soviética para
explicar que los militantes del Partido Tudeh iniciaran protestas y revueltas?
En 1945 miles
de militantes permanecieron atrincherados ante el Parlamento para protestar por
su política de servilismo ante las multinacionales angloamericanas. En
Mazandaran e Isfahan los obreros llegaron a apropiarse de numerosas fábricas
tanto estatales como de la
AIOC. El gobierno no fue capaz de contenerlos.
El
brazo armado del Partido Tudeh.
¿Cómo lograron tal éxito en las movilizaciones? En primer lugar, el apoyo de la URSS era clave. Hasta 1946,
las tropas anglosoviéticas no se retiraron completamente de Irán. Las tropas
soviéticas ocupaban varias provincias del norte.
Pero, sobre todo, la toma de fábricas por parte de los obreros y la capacidad
de rechazar la acción policial fue posible gracias a la creación en 1945 del
TPMO, una organización militar secreta, paralela al partido Tudeh, con miembros
infiltrados en el ejército y la policía. El TPMO jugaría un papel decisivo en
la futura Operación Ajax perpetrada por la CIA.
Para acabar con la amenaza soviética, se recurrió a los servicios del Primer
Ministro Ahmad Khavan.
Khavan estuvo asesorado en todo momento por Arthur
Millspaugh, un miembro del Departamento de Estado de EEUU que ahora velaba
por los intereses norteamericanos en la recién adquirida colonia persa. El
primer ministro no era, sin embargo, ningún novato. Procedente de una familia
inmensamente rica, había ocupado cargos importantes en todos los gobiernos: en
el del último y patético sha de la dinastia Qajar, en el del filonazi Reza
Pahlevi y, ahora, en el de su hijo Mohammad Reza.
Ahmad Khavan
tenía, además, motivos muy personales para desear el fin de la URSS. Él era el mayor terrateniente
de la región del Azerbaiyan iraní, que en aquellos momentos no solo estaba dominada por los
comunistas, sino ocupada militarmente por la URSS. Sus propiedades
corrían, pues, serio peligro. Lo primero que hizo fue intentar ganarse a los
líderes del Partido Tudeh. Nombró alcalde de Teherán al hermano de Eskandari y
designó a tres miembros más del Tudeh como ministros. Por otro lado, prometió a
la URSS que sus
demandas de concesiones petrolíferas serían atendidas si retiraban sus tropas
de las provincias del norte, cosa que la URSS cumplió en marzo de 1946. Simultáneamente
entró en contacto con los jefes tribales de la etnia Kashkai. Los jefes kashkai
habían sido tradicionales aliados de los nazis durante la segunda Guerra
Mundial y ahora eran los principales opositores a los que el partido Tudeh
debía hacer frente en varias provincias. El soporte de los guerrilleros kashkai
y la retirada de las tropas rusas dejó a Khavan las manos libres para acabar
con los comunistas. Khavan expulsó de sus cargos al alcalde de Teherán y a los
tres ministros del Tudeh que él mismo había nombrado. Después envió al ejército
a su dominio feudal en Azerbaiyan para que sus tropas "supervisaran"
unas elecciones en las que, cómo no, su partido venció por abrumadora mayoría.
Con los mismos criterios de limpieza se llevaron a cabo las elecciones a nivel
nacional en las que un partido recién creado por él y esponsorizado por EEUU
con el muy significativo nombre de"Demócratas de Irán" obtuvo la victoria. Enseguida, el
nuevo gobierno envió al ejército para acabar con las fábricas controladas por
obreros. Muchos militantes fueron encarcelados y varias sedes cerradas.
En cuanto a la promesa hecha ala
URSS , Khavan cumplió su palabra y propuso al Majlis, la
mayoría de cuyos componentes él mismo había designado con la ayuda de Mr.
Millspaugh, la concesión de explotaciones petrolíferas sovieticas. Pero, oh,
qué mala suerte. El Majlis votó en contra de tal proposición: 102 votos en
contra y 2 a
favor. Qué se le va a hacer. Lo que es indudable es que el buen y leal Ahmad
Khavan cumplió su palabra.
En cuanto a la promesa hecha a
El otro
partido mayoritario que se sumó a los votos en contra de las concesiones a la URSS fue el Frente Nacional deMohammad Mossadeq, otro viejo
terrateniente curtido en los gabinetes de los distintos shas, y que años más
tarde sería uno de los protagonistas de la famosa Operación Ajax, organizada
por sus amigos de la CIA.
En 1947, el gobierno iraní firma un pacto militar con EEUU que incluía el
entrenamiento de su ejército por expertos norteamericanos.
En 1949 la AIOC
impuso a Irán un "Supplemental
oil agreement", unas
nuevas condiciones de explotación tan abusivas que Ahmad Khavan, presionado por
los nacionalistas de Mossadeq, viajó al Reino Unido para entrevistarse en
persona con Sir William Fraser,
jefe de la AIOC ,
y rogarle que suavizara los términos del acuerdo. El primer ministro iraní ni
siquiera fue recibido por el mafioso escocés, ahora devenido Barón de
Strathalmond y Caballero del Imperio Británico.
El humillante acuerdo provocó disturbios callejeros. Se sospechaba que el
partido Tudeh y agentes soviéticos pudiesen estar detrás de ellos.
El día 4 de febrero de 1949, los militantes del partido estaban conmemorando el
aniversario de la "misteriosa" muerte en prisión, en 1940, del líder
comunista Taghi Erani. En esos momentos, en otro punto de Teherán, un
periodista disparaba con sorprendente mala puntería al joven shah Mohammad Reza
en un acto protocolario. Como era de prever, el sha sale ileso y enseguida la
policía descubre que el periodista magnicida es, cómo no, militante del Partido
Tudeh. En un esperpéntico juicio, se ofrecen pruebas irrefutables de que el
Partido Tudeh es el autor intelectual del atentado y de que su objetivo final
es entregar Irán a los soviéticos. Consecuentemente, sus líderes son
encarcelados y el partido es declarado ilegal.
Continuaremos en la próxima entrega de la serie.