Si la grandilocuencia con que el Gobierno ha presentado la
nueva reforma laboral tiene algo que ver con su eficacia, hay motivos
para sentirse optimista. "Va a marcar un antes y un después", decía la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santarmaría. Es una reforma "histórica",
añadía la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez. Además
de la retórica, el Gobierno ha comenzado a concretar en qué consistirá
esta reforma laboral "equilibrada", según Báñez, "extremadamente agresiva", según el ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos.
La reforma laboral que, según reconoció el propio Mariano Rajoy en Bruselas, le va a costar
al Gobierno "una huelga general" y que va a ser tramitada como un
decreto ley, contempla el abaratamiento del despido mediante la rebaja de la indemnización de los 45 días actuales —con un límite de 42 mensualidades— a los 33 días
hasta un máximo de 24 mensualidades. En el caso de que el despido sea
procedente recibirán una indemnización de 20 días durante un máximo de
un año.
Esa cifra es precisamente la clave de la reforma. Porque,
a partir de ahora, las empresas tendrán mucho más fácil acogerse a los
despidos procedentes —20 días en vez de los nuevos 33—, ya que les bastará con demostrar que sus ingresos o ventas han caído durante tres trimestres consecutivos.
La mayoría de las empresas españolas atravesaron por esta situación en
España durante el año pasado. Peor aún: el despido de 33 días lo tendrá
que defender el trabajador ante el juez porque, a priori, la indemnización será de 20 días por año trabajado.
Las empresas tendrán mucho más sencillo acogerse a los despidos de 20 días
"Objetivaremos mucho más las causas de despido.
Eso trae más seguridad jurídica para todo", ha declarado la ministra
Empleo y Seguridad Social, Fátima Bañez, quien ha aclarado que "se
entiende que concurren causas económicas cuando de los resultados de la
empresa se desprenda una situación económica negativa,
en casos tales como la existencia de pérdidas actuales o previstas,
reducción persistente de su nivel de ingresos o ventas (...) se
entenderá que la reducción es persistente cuando se produzca durante
tres trimestres consecutivos", ha señalado Báñez.
La rebaja del
coste del despido no tendrá efectos retroactivos, pero los trabajadores
en activo comenzarán a computar 33 días de indemnización por año
trabajado a partir de la publicación del Real decreto en el Boletín
Oficial del Estado (BOE).
Además, a partir del 31 de diciembre de 2012 no se podrán encadenar contratos temporales más allá de 24 meses.
Los desempleados deberán realizar trabajos sociales para la comunidad
Trabajos sociales
El
Gobierno también ha avanzado que uno de los puntos centrales de la
nueva reforma laboral consiste en que los desempleados que estén
cobrando una prestación por desempleo tendrán que realizar "un trabajo social para la comunidad". Asimismo, la prórroga máxima de los convenios colectivos vencidos será de dos años, con lo que se pone límite a la denominada "ultraactividad", que permitía el alargamiento prácticamente indefinido de los convenios, ha señalado Báñez.
Creación de empleo, periodo de prueba de un año
Entre las novedades también figura un contrato indefinido con un periodo de prueba de un año para emprendedores y empresas de menos de 50 trabajadores,
es decir, pymes. Se reorientarán las bonificaciones para apoyar más a
jóvenes y parados de larga duración. Habrá bonificaciones de hasta
3.600 euros para contratar a menores de treinta años y 4.500 euros por
contratar a parados de larga duración.
Además, se ofrecerá una
deducción fiscal de 3.000 euros para empresas de menos de 50
trabajadores en la contratación del primer trabajador de menos de 30
años. Esta ayuda permite que ese trabajador al que saquen del desempleo
podrá seguir cobrando el 25% de su prestación. Además, el Estado ofrecerá al empresario una deducción por un año del 50% de lo que recibía el parado por desempleo.
Se creará un contrato estable a tiempo parcial
para facilitar la contratación de los jóvenes o personas que, por
ejemplo, tengan que cuidar de un familiar. No obstante, Báñez recalcó
que se tratará de una vinculación laboral estable, sin especificar a qué
se refiere con este adjetivo.
Una medida que también afectará en
particular a los trabajadores más jóvenes, es que se acaba, a partir del
31 de diciembre de 2012, con la posibilidad de encadenar contratos
temporales más allá de los 24 meses.
Más poder para los empresarios
A partir de ahora, los empresarios tendrán la posibilidad de no respetar los acuerdos alcanzados durante la negociación colectiva.
Esto es, en opinión del Gobierno, una manera de lograr que haya una
mayor flexibilidad interna y que en caso de crisis se opte por adaptarse
a las circunstancias en lugar de optar por el despido. Esta
flexibilidad afectaría a sueldos u otros derechos de los trabajadores.
Además, los empresarios no necesitarán la autorización previa de la Administración para llevar a cabo un ERE. En esa situación, a los trabajadores ya solo les podrá proteger un juez.
Colocación y fraude
La
reforma laboral también contempla que las empresas de trabajo temporal
puedan trabajar como agencias de colocación y se aplicarán
modificaciones en el contrato para la formación y el aprendizaje: se mantendrá en los 30 años hasta que la tasa de paro baje al 15%,
cuando sólo incluirá a aquellos que tengan hasta 25 años. "El
trabajador podrá formarse en su propia empresa, como en Alemania", ha
detallado la ministra de Trabajo, Fátima Báñez.
Los servicios públicos de empleo solo colocan al 3% de los parados
Báñez,
como ya había hecho a lo largo de la semana, volvió a recordar que los
servicios públicos de empleo solo colocan al 3% de los parados que
buscan su ayuda. "Cuando esto sucede, algo falla", afirmó. Para mejorar
esa cifra, se buscará la experiencia en la materia de empresas
privadas. Harán que las empresas de trabajo temporal funcionen como
agencias de colocación.
La norma presentada en la rueda de prensa
del Consejo de Ministros de hoy también tienen la intención de combatir
el fraude en el cobro de derechos por desempleo y de luchar contra el
absentismo laboral. Báñez aseguró que "no se van a rebajar las prestaciones, pero sí van a evitar situaciones de fraude".
Para lograrlo impulsarán las inspecciones de trabajo y se buscarán
fórmulas para que los desempleados que están cobrando una prestación de
desempleo puedan realizar trabajos en beneficio de la comunidad.
Respecto
al control del absentismo, se va a desvincular el absentismo individual
del trabajador de la media de la plantilla y se buscará el apoyo de las
mutuas. La forma en que se concretará ese apoyo quedará recogida en una
futura ley de mutuas.
Las empresas de trabajo temporal puedan trabajar como agencias de colocación
Además la nueva reforma laboral marca una limitación para indemnizar a los directivos de bancos ,
que recibirán un máximo de dos años de retribución. Si ha habido
expediente disciplinario no tendrá derecho a la indemnización. "También
se busca dar un trato legal adecuado a los ceses de los directivos de
las empresas públicas", ha añadido Sáenz de Santamaría. Las
indemnizaciones no podrán superar la menor de las siguientes cuantías:
dos años de remuneración fija o dos veces las bases máximas
resultantes de los límites fijados por el Gobierno la semana pasada.
Formación
La
nueva ley pretende cambiar el esquema de la formación profesional para
vincular formación profesional a la empresa y para que se aplique a lo
largo de toda la vida del trabajador. La forma de concretar esta
filosofía será poner en marcha una cuenta de formación en la que se
registrará la formación que hace un trabajador durante su vida laboral.
El trabajador tendrá derecho a 20 horas de formación al año pagadas por
el empresario.
Por último, se realizará una ley de formación
profesional en la que se recogerán estos y otros cambios y que se
consensuarán con los sindicatos.