El rechazo es unánime ante el nuevo y drástico
ajuste que buscan imponer la Unión Europea y el FMI y sobre el que debe
dar una respuesta hoy el gobierno griego. Entre otros aspectos, las medidas exigidas por los acreedores contemplan el despido de 150.000 empleados públicos hasta 2015, 15.000 de ellos en forma inmediata; una rebaja salarial del 25% en el salario mínimo y en las pensiones; y la supresión de las pagas extras anuales.
A cambio del nuevo y brutal ajuste, la “troika” (formada por la
Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI) accederá a otorgar
al gobierno del tecnócrata Lucas Papademos un nuevo préstamo de rescate
para evitar la quiebra que está a las puertas de Grecia y que, de darse,
produciría en la zona euro un efecto arrastre de impredecibles
consecuencias.
“Aunque nos falta computar los datos de seguimiento de la jornada vespertina, calculamos que un 80 % de los trabajadores del sector privado y un 90 % de los funcionarios han secundado la huelga”, informó a Efe el portavoz sindical.
Especialmente en el sector marítimo, una de las
industrias más potentes de Grecia, hubo un paro completo al acordar los
marineros e ingenieros seguir la huelga convocada por las principales
centrales sindicales en contra de la exigencia de recortes drásticos de
salarios, pensiones y gasto público.
El transporte urbano funcionará sólo en las horas
centrales del día para permitir a los trabajadores acudir a las
manifestaciones, mientras que los trenes no partieron (no así los
aviones ya que los aeropuertos no participan en la huelga).
Los hospitales sólo abrieron sus servicios de emergencia, mientras que las escuelas cerraron, así como las oficinas públicas y municipales.
Las nuevas medidas de austeridad “privarán de recursos a los
servicios públicos”, especialmente la sanidad y la educación, e
“intensificarán el círculo vicioso de la recesión”, criticó la
Confederación de Funcionarios Públicos (ADEDY).
Las asociaciones de pequeños y medianos comerciantes
acusan a la troika -formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI),
la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE)- y al
gobierno griego de que con sus medidas se “reducirán los estándares de
vida” del país y, también lo hará el consumo, poniendo en peligro sus
negocios.
A pesar de la lluvia y el fuerte temporal que azota Grecia, decenas de miles de griegos participaron en las diversas manifestaciones de protesta que
se convocaron en Atenas. “¡Que se vaya la troika!”, “¡La troika fuera
de Grecia!” y “¡Abajo las medidas de la miseria!”, fueron las pancartas
más repetidas entre los manifestantes.
Otra, con el lema “No habrá paz con ellos”, llamaba a continuar las
protestas hasta que el gobierno retroceda en sus recortes. “Nos quieren
devolver a la Edad Media de las relaciones laborales”, criticó en
declaraciones a Efe Dionisis, profesor de química en una academia
privada. “Tengo 47 años y debo vivir con mi madre”, se quejó Costas, un
parado que no encuentra trabajo ni recibe ayudas del Estado: “Además de
esta situación, a mi madre le van a rebajar la pensión de 800 a 500
euros”. Agencias/LMO