Cuba cifró en 57.337 el número de personas encarceladas en prisiones
en la isla, según publicó el diario Granma, el cual señaló que la mitad
de ellos están en instalaciones abiertas gracias a un sistema de
reinserción.
Por otra parte hay unos 23.113 presos con empleos y reciben salarios a
partir de las mismas tarifas establecidas para el resto de los
trabajadores, como parte de una política de “incorporación voluntaria al
trabajo socialmente útil y remunerado y a la Seguridad Social”, señaló Granma.
El periódico oficial defendió que los centros cubanos contienen “las
garantías fundamentales universales” para proteger los derechos de las
personas a pesar de las críticas internacionales que recibe en esta
materia.
La publicación de estos datos da un poco de luz en un tema en el que
hasta el momento las autoridades cubanas guardaban un profundo silencio
administrativo, mientras que la única fuente que ofrecía datos era la
oposición.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional,
liderada por el disidente Elizardo Sánchez cifra sin embargo entre
70.000 y 80.000 el número de presos en la isla, entre ellos varios por
motivos políticos.
Llevar la cultura a las prisiones
En 2007 comenzó un proceso de inversiones económicas dentro del
sistema penitenciario que se extenderá hasta 2017 y que “ha permitido
asumir, de forma paulatina, la restauración de la infraestructura
penitenciaria y mejorar así las condiciones de vida en las capacidades
afectadas”.
Esta inversión ha significado que desde 2009 se revitalizaron los
programas educativos, culturales y deportivos en centros penitenciarios
para “elevar el nivel cultural de los internos y dignificar al ser
humano”.
Uno de esos proyectos fue la gira artística “Expedición” que encabezó
el cantautor cubano Silvio Rodríguez por 16 prisiones cubanas durante
cuatro meses en 2008, acompañado de músicos, pintores, cineastas y
escritores.
Unos salen y otros entran
Previa a la visita de Benedicto XVI a la isla, el gobierno cubano
liberó a 2.900 presos, durante los últimos seis meses la cifra alcanzó a
más de 10.000 presos favorecidos por diferentes beneficios penales.
Además se anunció que cada fin de año se estudiará dejar en libertad a
reclusos que hayan cumplido una parte de la condena, no sean un peligro
para la sociedad y no estén implicados en delitos contra la Seguridad
del país y sus delitos no generen alarma social.
Mientras el gobierno cubano reorienta su política penitenciaria con
las excarcelaciones de presos políticos o comunes, crecen las
detenciones de altos funcionarios de la administración implicados en
casos de corrupción.
El presidente cubano Raúl Castro señaló en varios discursos públicos a
la corrupción como el principal enemigo de la revolución, por encima de
la reducida oposición interna, por ello la Contraloría General de la
República cada vez tiene mayores apoyos para intervenir en este tema.
Recientemente de visita en Cuba, la secretaria ejecutiva de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia
Bárcena, aseguró que el único enemigo de la Revolución cubana es la
corrupción y destacó la importancia que le da el gobierno antillano a la
lucha contra ese flagelo.
Bárcena aseguró sentirse confiada en que se combatirá de manera
eficiente de “la misma manera que se hace con el crimen organizado, el
narcotráfico internacional o la trata de personas”.